Iré
directo al grano: las sociedades de alumnos en las escuelas suelen
ser el escenario perfecto para que se de un ejercicio democrático de
menores proporciones que una elección federal, por ejemplo. Sin
embargo, también son una muestra clara de cómo la popularidad nubla
y opaca los argumentos que un verdadero zoon
politikon al
servicio de la incertidumbre democrática ofrece.
Esta
semana de forma muy repentina en el ICSHu -aquél noble recinto que
alberga a científicos sociales críticos y racionales-, tuvimos una
serie de campañas al más puro estilo blitzkrieg
de las tropas del Reich en la Segunda Guerra ó, al estilo de alguna
canción de The
Ramones.
En apenas un par de días, tres humanos deseosos de entregarse en
cuerpo, alma e intelecto al servicio de todo el alumnado del campus,
tuvieron que ir mendigando el voto de quienes no tenían ni la más
mínima idea de quiénes eran esos individuos que acompañados por un
séquito de no muy deseables seres, exponían sus argumentos -todos
iguales, por cierto-.
Mi
problema no es el hecho de que las campañas se hayan realizado tan
espontáneamente, ni el hecho de que uno de los candidatos ni
siquiera sintiera un poco de agrado por nuestro instituto -saludos a
la señorita Martínez, aprovechando el espacio-; mi mayor problema
radicó en el punto que seguro muchos notamos pero que pocos
realmente manifestaron: el ego.
Respeto
los motivos que orillaron a cada uno de los aspirantes a lanzarse en
esta carrera por la presidencia pero, no me terminan de quedar claras
las reales intenciones que esconden en lo individual y colectivo.
Todos hablaban de gestiones de transporte, de espacios dignos, de
unificar a 10 licenciaturas y bla, bla, bla… y ahora que lo
reflexiono, considero que las propuestas absurdas que el supuesto
candidato independiente lanzó, eran más reales y sinceras que
aquellas palabras con las que quisieron obtener el triunfo los otros.
Las
votaciones fueron una carrera entre tres egos que hicieron lo que
estuvo en sus manos para conquistar la silla de esa pequeña oficina
de atención a alumnos. Vi de todo, desde lonas colgadas en todos los
rincones de la escuela, hasta apretones de manos dudosos y lo más
absurdo, clases masivas de zumba… (aprovecharé para enviar otro
saludo a Vane, ya que ando bien amable con ella)
Honestamente,
detesto que este tipo de momentos los gane la popularidad y la
prostitución de la amabilidad que seguramente desaparece tras las
votaciones.
Los
egos se elevaron y se desplomaron en menos de tres días. El poder
envenena, pero les aseguro que se disfruta tener cianuro en las venas
mientras uno se jacta de haber convencido más eficazmente a los
indecisos. Tristemente no ganan los argumentos, al menos no en esta
ocasión. Tristemente los votos se entregaron a quien regaló unas
revistas, montó un concierto para las aves y evadió preguntas en el
magno debate en el que todos expusieron su poca seguridad
argumentativa.
El
ego y la popularidad de una persona, han triunfado sobre las
necesidades reales de los alumnos. La apatía que yo y muchos más
recuerdan de aquél día de julio de 2013, le ganó al espíritu
garza. El viernes, no ganó una persona; perdió un instituto.
Que sucedió en julio de 2013?
ResponderEliminarNuestra actual presidenta de sociedad de alumnos dijo que estudiaba en ICSHu sólo porque no le había quedado de otra, pues su deseo era ir a la Universidad La Salle. Parece algo absurdo el hecho de que lo denuncie pero, si alguien quiere tener un cargo como el que ella tiene, la identidad que tengas hacia tu casa de estudios es importante, cosa que ella no tuvo ni tiene ni tendrá. Saludos.
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