lunes, 8 de mayo de 2017

Carrera de Egos.

Iré directo al grano: las sociedades de alumnos en las escuelas suelen ser el escenario perfecto para que se de un ejercicio democrático de menores proporciones que una elección federal, por ejemplo. Sin embargo, también son una muestra clara de cómo la popularidad nubla y opaca los argumentos que un verdadero zoon politikon al servicio de la incertidumbre democrática ofrece.

Esta semana de forma muy repentina en el ICSHu -aquél noble recinto que alberga a científicos sociales críticos y racionales-, tuvimos una serie de campañas al más puro estilo blitzkrieg de las tropas del Reich en la Segunda Guerra ó, al estilo de alguna canción de The Ramones. En apenas un par de días, tres humanos deseosos de entregarse en cuerpo, alma e intelecto al servicio de todo el alumnado del campus, tuvieron que ir mendigando el voto de quienes no tenían ni la más mínima idea de quiénes eran esos individuos que acompañados por un séquito de no muy deseables seres, exponían sus argumentos -todos iguales, por cierto-.

Mi problema no es el hecho de que las campañas se hayan realizado tan espontáneamente, ni el hecho de que uno de los candidatos ni siquiera sintiera un poco de agrado por nuestro instituto -saludos a la señorita Martínez, aprovechando el espacio-; mi mayor problema radicó en el punto que seguro muchos notamos pero que pocos realmente manifestaron: el ego.
Respeto los motivos que orillaron a cada uno de los aspirantes a lanzarse en esta carrera por la presidencia pero, no me terminan de quedar claras las reales intenciones que esconden en lo individual y colectivo. Todos hablaban de gestiones de transporte, de espacios dignos, de unificar a 10 licenciaturas y bla, bla, bla… y ahora que lo reflexiono, considero que las propuestas absurdas que el supuesto candidato independiente lanzó, eran más reales y sinceras que aquellas palabras con las que quisieron obtener el triunfo los otros.

Las votaciones fueron una carrera entre tres egos que hicieron lo que estuvo en sus manos para conquistar la silla de esa pequeña oficina de atención a alumnos. Vi de todo, desde lonas colgadas en todos los rincones de la escuela, hasta apretones de manos dudosos y lo más absurdo, clases masivas de zumba… (aprovecharé para enviar otro saludo a Vane, ya que ando bien amable con ella)
Honestamente, detesto que este tipo de momentos los gane la popularidad y la prostitución de la amabilidad que seguramente desaparece tras las votaciones.

Los egos se elevaron y se desplomaron en menos de tres días. El poder envenena, pero les aseguro que se disfruta tener cianuro en las venas mientras uno se jacta de haber convencido más eficazmente a los indecisos. Tristemente no ganan los argumentos, al menos no en esta ocasión. Tristemente los votos se entregaron a quien regaló unas revistas, montó un concierto para las aves y evadió preguntas en el magno debate en el que todos expusieron su poca seguridad argumentativa.

El ego y la popularidad de una persona, han triunfado sobre las necesidades reales de los alumnos. La apatía que yo y muchos más recuerdan de aquél día de julio de 2013, le ganó al espíritu garza. El viernes, no ganó una persona; perdió un instituto.

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Nuestra actual presidenta de sociedad de alumnos dijo que estudiaba en ICSHu sólo porque no le había quedado de otra, pues su deseo era ir a la Universidad La Salle. Parece algo absurdo el hecho de que lo denuncie pero, si alguien quiere tener un cargo como el que ella tiene, la identidad que tengas hacia tu casa de estudios es importante, cosa que ella no tuvo ni tiene ni tendrá. Saludos.

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